LA ALIENACIÓN MERITOCRÁTICA - ENSAYO: FILOSOFÍA DE LA LOCURA
Paradójicamente, la Filosofía de la Locura trascenderá más allá de este portal web. Llegará al papel, de la mano de una institución privada. El hecho de que mi ensayo dé la bienvenida a un libro de filosofía haría que las carcajadas de Marx retumbaran en el eco de la historia.
La educación, aparato del Estado, reproduce las condiciones de producción: quien nace con ventajas, las revalida desde la cuna al currículum. Por ello, Marx propuso una visión materialista donde la realidad material, social y económica determinan la conciencia.
En la sociedad moderna, los pilares de la infraestructura marxista están correctamente cimentados; no obstante, la superestructura no se presenta firme. Las instituciones políticas, jurídicas, ideológicas y culturales que justifican el orden establecido y los intereses de las clases dominantes generan una desventaja estructural —que no intelectual— para los alumnos de la educación pública frente a la privada.
Las facilidades estructurales que ofrece una escuela privada brindan al alumno la sensación de vivir en una meritocracia, pero, en realidad, es una aristocracia en toda regla. Un séquito adinerado que inhibe la conciencia crítica, porque esta no nace de la comodidad, sino del conflicto. Los estudiantes experimentan una alienación positiva que no los incomoda.
Curiosamente, la vida se ha ido transformando en un videojuego capitalista. Hoy, quien paga gana. Y quien no, juega con una dificultad extrema desde el tutorial. Además, en lugar de enorgullecernos por los logros que conseguimos, nos preocupamos más por el dinero que podemos ganar. Para colmo, quien paga gana un extra. Este símil se vuelve un medio para justificar que las altas esferas juegan con nosotros como quien juega a la consola, perpetuando la sumisión social y los privilegios de los aristócratas. Así, se invisibiliza el talento inherente del ser humano.
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La educación es un juego de micropagos |
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